martes, 23 de marzo de 2010
Artesanía Cundinamarquesa
La historia de la artesanía cundinamarquesa se remonta a épocas prehispánicas e hispánicas. Carl Henrik Langebaek en su libro "Los Muíscas" nos habla de las primeras artesanías indígenas que se dieron en Cundinamarca como un producto propio de las condiciones existente: "debido a su gran grado de división social del trabajo buena parte de la población indígena muisca e incluso comunidades enteras se dedicaron a diferentes industrias manufactureras: cerámica, hilos y tejidos, orfebrería y cestería." Observemos como se desarrollo cada una de estas:
La cerámica: Según las crónicas los pueblos dedicados a la cerámica fueron llamados "pueblos olleros" aunque estos no solo elaboraran este tipo de productos. Los pueblos "olleros" se localizaron a todo lo largo del altiplano Cundiboyacense y se dedicaron a crear todo tipo de loza, tinajas, jarras y vasijas.
Algunos de ellos se especializaron para servir a otros pueblos (como los productores de sal), otros comercializaron sus productos en Santa Fé, Tunja, Zipaquirá y Nemocón. Entre los pueblos productores de esta industria se encuentran Ráquira, Tinjacá, Coguá, Gachancipá, Cajicá y algunos pueblos del Valle de Tenza.
El tejido: Los pueblos del altiplano fueron grandes tejedores y productores de mantas de algodón aunque este producto no prosperó en los valles de tierra fría de la cordillera. Los cronistas destacan como pueblos productores de mantas a Osamena y Tota quienes producían mantas blancas, pintadas y coloradas. Dichas mantas fueron objeto de intercambio y de tributación entre indígenas y entre indígenas y españoles. En el altiplano, los llanos orientales y el valle del Magdalenase comercializaron estos productos. Entre los pueblos productores de esta industria se encuentran: Osamena, Totá y Cajicá.
Orfebrería: En general el pueblo Muisca no fue un gran fabricante de piezas orfebres sin embargo, la población indígena trabajo la orfebrería como parte complementaria de su religiosidad, en ella se elaboraron figuras zoomórficas y antropomórficas en oro, plata y diferentes aleaciones.
Langebaek, Henrik. Muiscas. Banco de la Republica. Bogotá, 1987
Cundinamarca
Cundinamarca es el nombre primigenio del territorio que en 1537 los conquistadores españoles denominaron Nuevo reino de Granada en cuyo epicentro el comandante de la expedición Don Gonzalo Jiménez de Quesada fundó el 6 de agosto de 1538 la ciudad de Santa Fé. Cundinamarca tierra de Zipas o Zaques, Colimas y Panches, enraiza en la teogonía chibcha y significa “tierra de cóndores.”
Se encuentra situada sobre la cordillera oriental, hacia el centro del país entre el rió Magdalena y los llanos orientales; por su posición geográfica el departamento ofrece diversidad de paisajes entre los que se encuentran: las vertientes hacia el río Magdalena o al Meta, las zonas boscosas del Sumapaz o de Yacopí, los llanos de Medina y otras bellezas naturales ubicadas dentro de las diferentes regiones.
Cundinamarca es dueña de una rica variedad cultural que encierra bailes típicos, danzas, comidas, costumbres, etc. Desafortunadamente con el paso de los años el desarrollo de la capital Bogotá ha ido desintegrando su tejido social y cultural
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