Sobremuchascosas

Misteriosas exploraciones geográficas: Los llanos orientales colombianos



http://www.diss.fu-berlin.de/diss/servlets/MCRFileNodeServlet/FUDISS_derivate_000000002565/4_kapitel3.pdf?hosts=

Sobre la parte oriental de Colombia se extienden los llanos orientales, pertenecen a la cuenca hidrográfica del Orinoco, zona sedimentaria que corresponde al terciario y cuaternario.

En 1918 el Dr José Eustaquio Rivera fue el encargado de delimitar el territorio del oriente colombiano, producto de sus viajes de trabajo nació el libro la vorágine, del cuál Dr Gustavo Zalamea (DACR) destaca como durante algún tiempo este texto fue tomado como cartográfico sin embargo, el libro divaga a la luz de un análisis geográfico más acorde con los cánones de la disciplina sobre heterotopias -utopías de los exótico-.

Aquí algunas de las observaciones realizadas por Gustavo Zalamea en el texto "Las heterotopías de José Eustasio Rivera (1888-1928), o los límites de lo exótico":

*Este interés se debe, en parte, al miedo de pérdidas territoriales adicionales, sobre todo a la luz de la presencia de la empresa explotadora de caucho peruana Casa Arana en la región del Río Caquetá (Thomas 1918, p. 186 s.) {1890;1932}. Por primera vez la posesión de los espacios periféricos es relacionada directamente con la existencia del país como tal, y la amenaza a la periferia empieza a considerarse una amenaza para toda Colombia.

*El Oriente es un mundo sin direcciones y sin caminos a seguir. Si lo pintoresco australiano permite inventarlos, lo pintoresco de la periferia colombiana lo impide, sin dejar por ello de construirla como territorio. Sin embargo, más realistas que Reyes y más optimistas que Ortega, los mapas que aparecen en La Vorágine marcan un nuevo tono en el discurso geográfico sobre el Oriente.

*La nación es construida en la medida en que es pensada como parte del conjunto de todas las naciones del globo, pero no en un sentido territorial, es decir, sin referencia a los países vecinos. En el caso de Colombia, el conjunto de las naciones se define durante mucho tiempo a partir de Europa. Pareciera que para poderse considerar nación, Colombia tuviera que cumplir con dos exigencias que ella misma se impone: la de ser europea, desde su propio punto de vista, y la de ser simultáneamente exótica, desde el punto de vista europeo. Ambas perspectivas delatan que Colombia asume para sí misma un solo punto de vista: el europeo.

En el análisis de la obra, Gustavo Zalamea dice que de hecho Rivera parece vislumbrar la diferencia que hay entre los límites netamente políticos y los límites culturales de la región.

*la cual siente la obligación de instruir a los indígenas de la región sobre su nacionalidad y sus derechos como ciudadanos colombianos.


Acerca de la selva (capítulo II la vorágine, fragmento)

¡Oh selva, esposa del silencio, madre de la soledad y de la neblina! ¿Qué hado maligno me dejó prisionero en tu cárcel verde? Los pabellones de tus ramajes, como inmensa bóveda, siempre están sobre mi cabeza, entre mi aspiración y el cielo claro, que sólo entreveo cuando tus copas estremecidas mueven su oleaje, a la hora de tus crepúsculos angustiosos. ¿Dónde estará la estrella querida que de tarde pasea las lomas? ¿Aquellos celajes de oro y múrice con que se viste el ángel de los ponientes, por qué no tiemblan en tu dombo61? ¡Cuántas veces suspiró mi alma adivinando al través de tus laberintos el reflejo del astro que empurpuraba las lejanías, hacia el lado de mi país, donde hay llanuras inolvidables y cumbres de corona blanca, desde cuyos picachos me vi a la altura de las cordilleras! ¿Sobre qué sitio erguirá la luna su apacible faro de plata? ¡Tú me robaste el ensueño del horizonte y sólo tienes para mis ojos la monotonía de tu cenit, por donde pasa el plácido albor, que jamás alumbra las hojarascas de tus senos húmedos!

Tú eres la catedral de la pesadumbre...